Introducción:

Infodemia: es un término que aparece con la llegada de la pandemia COVID-19. Dicho término se refiere a la sobreabundancia de información, que circula sobre temas de salud, especialmente en las redes sociales, y fue acuñado por la OMS ante la sobrecarga de información generada por la pandemia.

Pero no solo la cantidad de información generó alarma, sino que entre ella venía mezcladas opiniones y planteamientos distorsionados o falsos, que produjeron gran desinformación en mucha gente.

Desinformación: es información falsa o incorrecta con el propósito deliberado de engañar. En el contexto de la pandemia COVID-19, afectó en gran medida todos los aspectos de la vida, en particular la salud mental, habida cuenta de que las búsquedas en internet de información actualizada sobre la COVID-19 se dispararon en personas de todas las edades. 

Podemos concluir entonces, que la era digital, donde la información fluye a la velocidad del rayo, ha traído un nuevo enemigo para la salud: la infodemia

¿Cómo afecta la infodemia a la salud?

La infodemia puede generar confusión y ansiedad en las personas que buscan información sobre temas de salud. Con la proliferación de fuentes de información no verificadas en internet y en las redes sociales, las personas se ven abrumadas por datos contradictorios, mitos y teorías de conspiración. 

Esta sobrecarga de información puede modificar la capacidad de tomar decisiones informadas sobre la atención médica, así como fomentar la difusión de desinformación que pone en riesgo la salud pública.

En resumidas cuentas, este fenómeno puede tener un impacto negativo en la salud, de diversas maneras:

  • Dificulta el acceso a información confiable: La avalancha de información falsa puede dificultar que las personas encuentren fuentes confiables y consejos médicos precisos.
  • Promueve el autodiagnóstico y la automedicación: La información falsa puede llevar a las personas a autodiagnosticarse erróneamente ya tomar medicamentos inapropiados, lo que puede tener graves consecuencias.
  • Genera miedo y ansiedad: La información alarmista y exagerada puede generar miedo y ansiedad innecesarios en la población, lo que puede afectar su salud mental y emocional.
  • Reduce la confianza en las autoridades sanitarias: La difusión de información falsa puede erosionar la confianza del público en las autoridades sanitarias y en las medidas de salud pública.
Ilustración de persona leyendo un artículo de noticias en su teléfono, con un emoji de interrogación sobre su cabeza. Combatamos la infodemia

¿Cómo podemos enfrentar este problema creciente? 

Para los profesionales de salud y las personas en general, se hace fundamental practicar la alfabetización en salud, es decir, la capacidad de buscar, aprender, evaluar y comunicar información sobre salud de manera efectiva. 

Algunos consejos prácticos incluyen consultar fuentes confiables, como organizaciones  de salud reconocidas, verificar la credibilidad de las fuentes antes de compartir información y desarrollar habilidades para discernir entre hechos y opiniones infundadas.

En resumen podemos decir que para combatir la infodemia, es importante:

  • Ser críticos con la información que encontramos en línea: No creas todo lo que lees. Antes de compartir información, verifique la fuente y asegúrese de que sea confiable.
  • Buscar información en fuentes confiables: Busca información en sitios web de instituciones de salud reconocidas, como la OMS, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) o tu Ministerio de Salud.
  • Compartir información veraz: Solo comparte información que proviene de fuentes confiables.
  • Denunciar la información falsa: Si encuentras información falsa, repórtala a la plataforma donde la encontraste.

Consejos para médicos:

Los profesionales de la salud también se ven afectados por la infodemia. 

La necesidad de mantenerse actualizados con la investigación y las mejores prácticas es fundamental para brindar una atención de calidad, pero el exceso de información puede dificultar este. 

Los médicos y otros profesionales de la salud se enfrentan al desafío de filtrar y evaluar en profundidad la información relevante mientras equilibran sus responsabilidades clínicas.

Para los profesionales de la salud, es crucial priorizar fuentes de información autorizadas y emplear herramientas tecnológicas que faciliten el acceso a investigaciones y guías clínicas actualizadas. 

  • Participar en programas de educación continua y colaborar con colegas en la evaluación crítica de la literatura médica, son estrategias efectivas para combatir la infodemia y brindar una atención basada en evidencia.
  • Educa a tus pacientes sobre la infodemia: Informa a tus pacientes sobre los riesgos de la infodemia y cómo pueden protegerse.
  • Utiliza las redes sociales para compartir información veraz: Comparte información precisa y actualizada sobre temas de salud en tus redes sociales.
  • Sé un ejemplo a seguir: Sé un modelo de comportamiento crítico y responsable con la información.

Conclusión:

La infodemia es un problema real que puede tener un impacto negativo en la salud. Todos podemos contribuir a combatirla siendo críticos con la información que encontramos en línea, buscando información en fuentes confiables y compartiendo información veraz.

Ilustración de personas unidas para combatir la infodemia, con un cartel que dice "Comparte información veraz".

¡Únete a la lucha contra la infodemia! Comparte este artículo y ayuda a difundir información veraz sobre salud.